Expertos acompañan en los proyectos ambientales en escuelas públicas Montessori
Anielys junto a estudiantes de Barranquitas
Alrededor de unos 7 agricultores y una especialista en mariposas forman parte del acompañamiento que el Instituto Nueva Escuela (INE) brinda a las maestras y estudiantes que participan del programa que integra iniciativas ambientales al currículo escolar. Los/as especialistas ambientales apoyan a las comunidades escolares a entender la tierra y hacer uso de los recursos que tienen a su disposición para promover la conciencia ambiental desde la escuela pública Montessori.
Una de estas agricultoras es, Anielys M. Matos Rodríguez, quien a través de su bisabuela y abuelo, obtuvo sus primeros conocimientos y contacto con la tierra. Su abuelo, quien era agricultor y maestro, fue parte importante de su crianza, por lo que ella siente que creció cerca de la tierra.
Luego de estudiar en El Josco Bravo y ejercer como maestra, conoce de la oportunidad de acompañar a través del INE en el proyecto ambiental de la Escuela Montessori Inocencio Cintrón Zayas en Barranquitas, lo cual le pareció excelente.
“Soy maestra porque quiero y es donde realmente quiero estar… Además Barranquitas está muy cerca, se siente más familiar” compartió Anielys, quien es natural de Aibonito.
“En ese espacio yo me siento muy feliz”, describió la agricultora, quien explicó que de sus trabajos este es el más que le gusta porque es en una escuela, y aparte expresó que, “esta escuela tiene como algo especial. Y es que las niñeces [niños/as] que están allí tienen mucha sabiduría. Tienen una relación con la tierra bien bonita, con los animales que les rodean. Las niñeces de Barranquitas tienen muchas ganas de relacionarse con la tierra, mucho conocimiento de las abuelas, los abuelos y la familia y me reciben con amor”.
Allí, Anielys junto a la guía Edna han podido organizar el área, hacer drenajes para atender la humedad del lugar, remover tierra de los bancos de siembra y preparar el suelo. Han trasplantado calabazas, y actualmente están compostando en un espacio trabajado por los estudiantes.
Este proyecto también ha permitido la integración del currículo, pues de una forma muy práctica, los/as estudiantes no solo han recibido la presentación del ciclo de la semilla, sino que también han visto el ciclo en acción en las áreas naturales y espacios verdes de su escuela. Además, a través de la lectura, la planificación de siembra, y la remoción de la tierra, han conocido los distintos tipos de suelos y qué tipo de plantas se pueden sembrar en ellos.
Por su parte, y con una experiencia similar con la tierra, la agricultora Carla Rivera Morales, acompaña a escuelas que tienen huertos escolares, como lo es la Escuela Montessori Salomón Rondón Tollens en Guaynabo.
Carla también debe a su abuelo esos recuerdos con la tierra desde temprana edad, pero ya en su adultez tuvo la oportunidad de trabajar en fincas y jardines orgánicos en los Estados Unidos, lo que le permitió obtener experiencia y más conocimiento.
Ya en Puerto Rico, y en uno de sus adiestramientos en El Josco Bravo, conoció del trabajo del INE junto a Para La Naturaleza con las comunidades escolares públicas Montessori.
Carla fue parte del proceso de creación del Manual Ambiental que el INE desarrolló junto a Peter Alfond Foundation. La agricultura tuvo la tarea de presentar el mismo a un grupo de maestros/as de la misma escuela y mostrarles cómo podían integrarlo en el salón de clases.
Luego, comenzó a acompañar a la guía Myriam Vázquez en el huerto escolar.
“Es muy interesante. Uno tiene mucho que aprender de los niños. Tu sabes que es quedarte, después de la escuela, dos horas para estar el huerto de su escuela trabajando con mucho entusiasmo. Es bien increíble’’, describió con gran emoción cómo los estudiantes trabajan la tierra.
La experiencia en la escuela ha sido de aprendizaje para Carla, y una oportunidad para poner la semilla en los niños de sembrar, y el amor y el conocimiento de la tierra.
Carla en el huerto escolar
Sobre su acompañamiento, describió a la guía Myriam como una maestra apasionada, increíble y persistente. “Ha sido bien bonito trabajar con las maestras. Les gusta lo que están haciendo”, compartió Carla. La experiencia de acompañar le ha ayudado profesionalmente y ha servido como motivación para sus proyectos.
Estas experiencias proveen a los/as estudiantes de un currículo vivo, relevante a sus intereses, y a la realidad social del país. Este tipo de programas que el INE fomenta en las escuelas permite que la educación pública Montessori sea integral y brinde oportunidades de desarrollo social y académico a los/as niños/as y jóvenes.