Formación de guía Montessori: Tejer la transformación individual y colectiva de nuestras comunidades

“La vida en sociedad es un hecho natural, y, como tal, pertenece a la naturaleza humana. Se desarrolla como un organismo que durante su evolución muestra características distintas. Podría compararse a la confección de un tejido, a la hilatura y a la textura…” (María Montessori, La mente absorbente)

Por: Rosana Colón y Bianca Jiménez ( Coordinadoras de cursos Montessori de Primera Infancia en el INE)

El tejido social es tan fuerte como lo son sus miembros individuales, como si cada persona fuese un hilo. María Montessori, con una mirada siempre humanista, quería que fuéramos mejores para la niñez, y a la vez, que la niñez sería capaz de construir, de tejer, una mejor sociedad. Creía en el potencial de la niñez para formar su individualidad, dirigida por los sabios poderes que trae por naturaleza, crecer y adaptarse a su tiempo y espacio, y contribuir con bien a la sociedad. Dedicó su vida a la observación de la niñez para descubrir y esbozar los “secretos de la infancia”.

Las edades tempranas, para ella, representaban “una esperanza y una promesa para la humanidad”. Asimismo, creía en el potencial de las personas adultas: la niñez nos ayuda a ser mejores. Queremos ser sensibles a las necesidades de la niñez y evitar que nuestros prejuicios, miedos o presiones externas afecten la forma en que nos acercamos a la educación y a nuestra vida junto a la niñez. Para esto, nuestro primer rol es la preparación. 

Las personas adultas se preparan física, intelectual y espiritualmente para la tarea de asistir a la niñez y a la juventud desde este nuevo tipo de educación.

En el curso de formación de guías Montessori, las personas participantes atraviesan un periodo profundo de reflexión sobre el rol de las y los educadores en la sociedad y en la vida de la niñez, un período de autoanálisis sobre su historia personal y de proyección hacia su futura tarea. Al auto-evaluarse, cada persona se centra en las prácticas que van a nutrir su transformación y su servicio a la niñez. 

A la vez, estudian la filosofía y el método Montessori, especializándose en una etapa o plano del desarrollo: Infantes y Andarines (0-3 años), Casa de niños (3-6 años), Taller 1 y 2 (6-12 años) y ErdKinder (12-18 años). En este proceso, conocen sobre la filosofía Montessori, el desarrollo humano, las características y necesidades de los distintos planos, y el currículo Montessori para cada etapa. Se trata de un profundo y fascinante estudio de los distintos componentes del conocimiento humano: el desarrollo de la comunicación oral y escrita, la mente matemática y el razonamiento lógico, la conciencia histórica y sociocultural, el conocimiento y amor a la naturaleza y el universo, la integración social desde la libertad y la responsabilidad.

Muchas personas que toman el curso Montessori dicen que vuelven a aprender y a enamorarse de conceptos básicos de las distintas áreas de estudio. El conocimiento se convierte en una fascinante red de interconexiones. Además, durante el curso se crea una comunidad de estudio que comparte estructuras y agendas de trabajo, actividades de construcción de comunidad, aprendizaje participativo y tareas de cuidado del colectivo, así practicando valores esenciales de la vida social que también se modelarán a la niñez. 

Al egresar del curso de formación, la mayoría de las personas se integra a una comunidad escolar. Mientras cada comunidad es diversa y responde a su entorno, gente e historia, el centro de cada escuela Montessori debe ser la niñez y la juventud. Toda práctica educativa se centra en sus derechos para una vida digna y una educación participativa y excelente.

Las personas recién formadas deben insertarse a mesas de trabajo y de diálogo, practicar la escucha activa y los valores de la democracia. Cada escuela requiere de una comunidad adulta unida en el propósito de servir a la niñez con lo mejor que tiene para darle. Cada persona ejerce su rol y contribuye a la comunidad, y también se nutre de ella.

En la escuela Montessori, cada grupo de estudiantes vive una pequeña sociedad cohesiva, unida por valores de cooperación, donde las partes trabajan hacia un fin común. Asimismo, las personas adultas trabajan para sostener las mejores escuelas posibles para cada comunidad, en apoyo al sueño de Montessori de tejer y defender un mejor lugar para todos los seres. 

Los cursos de formación para guías Montessori inician cada verano. Te animamos a buscar información sobre los cursos ofrecidos por el INE en la página: www.inepr.org/certifica.

Comunicaciones INE